jueves, 13 de diciembre de 2012

INFORME SOBRE LA EXCAVACIÓN DE LOS BAÑOS


Ubicación de Los Baños

 Se ha hablado y se seguirá hablando de Los Baños. Ojala por mucho tiempo hasta que se esclarezca lo que tuvo de cierto como raíz y origen de nuestro pueblo.

En las excavaciones de urgencia hechas en 1985 en la villa romana de los Baños por los arqueólogos Francisca Hornos Mata, Marcelo Castro López y José María Crespo García, elaboraron un breve documento sobre el trabajo realizado en los Baños.

Hablan en la introducción de las causas y valoración de la intervención de urgencia. La localización. Características medioambientales. La descripción arqueológica.

De la excavación arqueológica. El planteamiento inicial. Cortes de la excavación: 1, 2, 3 Y 4. Estratigrafía.

En las conclusiones preliminares de la continuidad y cambios en las estructuras constructivas de la villa. Y por último, la villa de Los Baños en el contexto de los asentamientos rurales durante el Imperio en el Alto Guadalquivir.

Cortijo de Los Baños

De las causas y su localización todo el mundo está más o menos puesto en el tema: la aparición de restos a causa de las labores agrícolas, cosa que no era reciente y su localización en el cortijo del mismo nombre que está enfrente de Las Motas, los Guijalbas al otro lado del arroyo y cerca del cortijo del Carrascal.

El objetivo era delimitar el área de aparición y de diagnosticar el interés de los mismos para actuar consecuentemente en la protección de estos restos. Consiguieron los arqueólogos tres apartados:

- Documentación sobre la secuencia estratigráfica de la villa romana

- La documentación precisa planimetría y gráfica para actuar en la protección de sus estructuras (muros, mosaicos, estanque, etc.)

- Y se optó por la cubrición de las estructuras de forma temporal en tanto no se arbitraran los medios idóneos para su protección

En el apartado de las características medioambientales se dice, entre otras cosas, que el yacimiento se encuentra sobre la terraza de la margen izquierda del arroyo del Ojanco, a trescientos metros del mismo y a una altitud relativa de 40 m. con respeto al cauce actual del arroyo. Se habla de las características del arroyo y que el nivel de sus aguas no ha afectado en tiempos recientes el emplazamiento del yacimiento.

El sustrato rocoso de la zona es un conglomerado, reconocido como Triásico de Buntsamdstein. Presenta las características propias de la “terra rossa” mediterránea, incluyéndose en la “tierra rossa del Condado”.

Se habla de los manantiales que hay en los alrededores del yacimiento y que algunos fueron canalizados al mismo cortijo hasta hace pocos años, conservándose la red de acequias utilizadas para este fin.

Los recursos básicos se derivan de la potencialidad agrícola de los suelos, incrementada con la posibilidad de regar una parte de ellos.

Por último desde el punto ecológico, el yacimiento se encuentra en una zona de contacto entre el valle del Guadalimar y la Sierra de Segura, aunque el primero tenga una mayor importancia en el entorno inmediato del yacimiento

En la descripción arqueológica se dice que la dispersión de los materiales en superficie ocupa una extensión. máxima de cinco hectáreas y se observa una concentración importante de un radio de 75 metros alrededor del cortijo. La dispersión máxima corresponde al arrastre de materiales ladera abajo, pero también a instalaciones secundarias entorno al centro del yacimiento, que debió corresponder con el emplazamiento del actual cortijo.

Resulta significativo que la dispersión de materiales en superficie no presenta una distribución uniforme, sino que observa concentraciones máximas y espacios intermedios sin restos arqueológicos, Esta hipótesis parece confirmada por otra observación : los materiales que denotan un carácter residencial , como estucos teselas, terra sigilata, se localizan en la mencionada áreas de cinco o seis mil metros alrededor del cortijo, mientras que fuera de este núcleo se aprecia la presencia de tejas, ladrillos, tegulae, cerámica comunes y cocina.


Representación de la villa de Los Baños

Varias lajas de piedra caliza se encuentran a 60 metros al sur del cortijo, sacadas a la superficie por el arado, según los trabajadores de la finca, asociadas a restos humanos (con una moneda entre los dientes). Descripción que parece pertenecer a una necrópolis asociada al asentamiento, sin poder avanzar por el momento una información más precisa.

Una construcción de cuatro metros de ancho por seis de largo con una profundidad en su interior de más de tres metros, aparentemente sin ningún vano, construida con sillares perfectamente tallados y cubiertos de estuco rojo en algunos puntos, se encuentra en uno de los patios del cortijo, reutilizada como almacén de leña.

La fachada del cortijo se levanta sobre un muro de mortero que corresponde al lado N de una construcción cuadrada de 40X40 metros de lado, cuyo interior mantiene un desnivel de 1,5 metros con respecto a la superficie del terreno circundante. Esta depresión abierta frente a las construcciones contemporáneas, fue plantada de olivas recientemente y, hasta ese momento, se vino utilizando como huerta

Al O de esta construcción, donde se encuentran las eras del cortijo, aparecen restos muy deteriorados de una estructura circular, realizada con sillares de arenisca apenas desvastados, con un diámetro de dos metros y en su interior rellenas de piedras y argamasa.

También se recogieron cerámicas comunes deformadas como consecuencia de una cocción defectuosa, lo que sugiere la presencia de un horno de alfarero dentro o en las proximidades del asentamiento.

A partir de los materiales recogidos en la superficie del yacimiento se podía avanzar que la ocupación del mismo estaría comprendida entre siglo I y IV con aparente interrupción durante el siglo III.

Por último, aparecen cerámicas a mano y útiles de piedra pulimentada en la parte más oriental del yacimiento que, por no encontrar formas especialmente significativas, hemos de adscribir a una ocupación del lugar durante el Calcolítico-Bronce Antiguo. Esta fase cultural no se va a encontrar documentada en el área escavada.

Las características relacionadas nos llevan a catalogar el yacimiento arqueológico como una villa romana. La intervación arqueológica permitirá fijar con mayor precisión su cronología y cacterísticas más sobresalientes

Llegamos al apartado de l excavación. El objetivo general se dice que consistía en valorar la riqueza arqueológica de un área de 700 metros cuadrados al este del cortijo y de un muro de mortero. Por esta razón se platea un eje estratigráfico que corta en distintos puntos esta área.

Este objetivo general se concreta en los siguientes puntos: fijar la cronología del asentamiento, las distintas remodelaciones del mismo y el estado de conservación de las construcciones de cada fase, así como una aproximación desde un punto de vista cualitativo al carácter funcional que presenta cada una de las etapas de su ocupación.

Cuando se iniciaron los primeros trabajos para la plantación del olivar, aparecieron en distintos punto pavimentos de mosaicos, casi en la superficie, bajo una capa de tierra de labor de un grosor medio de 15-20 centímetros. Esta circunstancia les llevó a asumir como un objetivo prioritario de la excavación, la documentación de estos pavimentos por el mayor deterioro que podrían sufrir de continuar las labores agrícolas

Mosaico de los pájaros

Se plantearon cuatro cortes en el eje de excavación, separados uno de otro por una distancia de 10 metros que fueron numerados de S a N. los cortes 1,3 y 4 fueron de 3x5 metros, coincidiendo el lado mayor con el eje, y el corte 2 de 3x10 metros puesto que coincidía con varios sitios donde se había detectado la presencia de mosaicos en los primeros trabajos agrícolas.

En el informe se explica el trabajo realizado en cada corte.

La estratigrafía nos habla que en el corte 2 se ha encontrado la secuencia más completa de la villa. Aquí se encontraron hasta 13 estratos:

El estrato 1 corresponde con la capa de tierra removida por el arado, con la presencia de materiales antiguos y contemporáneos mezclados, por un color ocre rojizo, con abundancia de humus y restos orgánicos, y poco compacto.

El estrato 2 es el primer nivel propiamente arqueológico, esta compuesto por los mosaicos, en general los pavimentos asociados a estos, así como los niveles de colmatación de los mismos (estucos, ladrillos, tejas,..). Resulta notable la ausencia de cerámica de cualquier tipo en estos estratos

El estrato 3 estructuralmente se encuentra ligado a los anteriores, aunque por su posición relativa los proceda en el tiempo. Son una serie de acumulaciones que debieron servir para la nivelación de la superficie del terreno antes de la construcción de los mosaicos.

El estrato 4, es una capa muy fina de color verde, tal vez utilizada como aislante de la humedad.

El estrato 5, es una capa de tierra de un color ocre oscuro depositada sobre un pavimento de grava y cal apisonadas (estrato 6)

El estrato 7, es una tierra arcillosa de color oscuro que colmata una construcción de ladrillo rectangular.

El estrato 8, es la “terra rossa”, el suelo natural de la zona fosilizado en este punto por los niveles arqueológicos, su superficie es el único pavimento que existe en el primer momento de la ocupación de la villa.

El estrato 9, es el conglomerado que constituye la base geológica del lugar, de aquí parten todas las construcciones.

El estrato 10, es la fosa de construcción de un gran estanque (este es el estrato 13) de 40x40 metros construido con mortero y que cronológicamente se corresponde con la etapa final de la villa, paralelo a los mosaicos.

El estrato 12, es una capa de tejas y humus que aparece en el interior del estanque, siendo equivalente por su posición a los niveles de colmatación del estrato 2.

En las conclusiones preliminares nos vamos a fijar en la continuidad y cambio en las estructuras constructivas de la villa.

La secuencia detectada en el corte 2 permite afirmar que la villa de los Baños fue ocupada ininterrumpidamente desde la segunda mitad del siglo I después de Cristo hasta el siglo IV, si bien el momento de su abandono ha sido fechado a partir de los materiales procedentes de la superficie. Las cerámicas recogidas en la prospección superficial, por el contrario, parecen entrar en contradicción con la anterior afirmación, dada la ausencia entre estas de las primeras producciones de “tierra sigilata clara”. Ahora bien, esta objeción a la hipótesis de una ocupación continuada de la villa resulta poco convincente si se considera la distribución que estas cerámicas tienen en el Alto Guadalquivir, según hoy empezamos a ver por recientes trabajos de prospección superficial. La terra sigilata clara temprana aparece excepcionalmente en los asentamientos romanos hasta ahora prospectados, de forma si de este hecho se quiere extraer la conclusión del abandono de aquellos lugares donde no se han recogido estos elemento cerámicos, tendríamos que reconocer una despoblación real de la mayor parte de los asentamientos rurales y de muchos núcleos urbanos en los siglos II y III, y esto difícilmente se puede sostener desde un punto de vista histórico.

En cuanto a las remodelaciones de las estructuras constructivas de la villa, la intervención ha puesto de manifiesto la superposición de tres fases:

- “Los Baños I” se corresponde con los niveles arqueológicos asociados a la construcción de ladrillo, fechándose el momento fundacional de la villa.

- “los Baños II está representada por un pavimento de cal y grava apisonadas que superponen al nivel de colmatación de la fase anterior. Se incluye en este momento un muro contenido en el perfil N, muy deteriorado por las fosas de cimentación de las fases posteriores.

- “Los Baños III” destaca por el buen estado de conservación de las construcciones, siendo la fase de mayor presencia en la excavación. Esta fase significa una clara afirmación del carácter residencial de la villa en la parte excavada. Estas os muestran la existencia de un amplio espacio longitudinal, continuo orientado en dirección N-S, que hacia el O bordea un gran estanque y hacia el E da paso a distintas habitaciones. Las pavimentaciones son de mosaicos, que observan un deterioro progresivo conforme se avanza hacia el N, según decrece el espesor del suelo de labor que lo protege.

La fechación de estos niveles ha de depender de estudio estilístico del mosaico excavado, ya que las colmataciones creadas por la destrucción de la villa no ha ofrecido en el área excavada ningún elemento significativo desde el punto de vista cronológico. Una aparente desocupación precede al arrasamiento de las construcciones

Más o menos en si nos viene a decir el informe que presentaron los arqueólogos al principio mencionados: “la ocupación del mismo estaría comprendida entre siglo I y IV con aparente interrupción durante el siglo III”. Y otra al final del informe: “el desarrollo durante los siglos II y III de un rápido proceso de desintegración de las pequeñas y medianas explotaciones y a la consolidación a finales del siglo III y en el IV de la “gran villa bajoimperial””

Tengo que hacer una aclaración mía la datación de la villa sobre las conclusiones de expediente de los arqueólogos. En siglo II después de Cristo parece ser que entre los años 138-180, el sur de Hispania sufre incursiones de moros del norte de África que afectaron a esta zona, quizá llegaran aquí sobre el 166. Y en 188 Muchos esclavos y campesinos empobrecidos se unieron a Materno en su rebelión. El Campo de Montiel, zona que pertenecía estas tierras durante muchos años, se despuebla en parte y ya no era tan seguro, pues algunos "bandidos" se refugiaron en Sierra Morena.

En el siglo III, en el año 278. Destrucción de villas y establecimientos comerciales de romanos ricos por los campesinos. De esta época son muchas de las huellas de incendios y destrucciones de las haciendas romanas. Es la revuelta campesina y no otra invasión de francos y alemanes la causante de los destrozos, según L. Vigil

Lápida encontrada en Los Baños por Tomás Román Pulido que debería estar en el Museo Provincial
  Al arqueólogo Marcelo Castro le pregunté por la lápida que según Tomas Román Pulido debería estar en el Museo Provincial donada por él según decía en 1923 en la revista D. Lope de Sosa. Me dijo que él no tenía constancia que estuviese allí