lunes, 6 de abril de 2015

LA VIDA DE SAN MARCOS


 LA VIDA DE SAN MARCOS

        



         Se ha hablado mucho de la fiesta de San Marcos pero poco de la vida y de la persona del Santo. Quiero hacer un breve recordatorio de la vida del evangelista San Marcos.
Marcos, hebreo de origen, nació probablemente fuera de Palestina (en Cirene, en el norte de África). El nombre de su padre fue Aristopolus o Arostalis, el de su madre María y era un pariente del apóstol Bernabé. Eran  judíos en la fe, lo educaron en las culturas griega y hebrea, siendo su familia rica.
Su casa fue la primera iglesia cristiana, donde comieron la Pascua, se escondieron tras la muerte del Señor y donde el Espíritu Santo descendió sobre ellos.
Boda de Canaán. Tintoretto
Para algunos estudiosos este Marcos asistió a la boda de Canaán, era el que ayudada a los discípulos a llenar las ánforas de agua.
También, parece ser, que cuando se preparaban para la última cena, era el muchacho que llevaba la cántara de agua. Y Jesús envió a Jerusalén a dos de ellos, diciéndoles: Id a la ciudad, y encontraréis a un hombre que lleva un cántaro de agua seguidle. Y donde quiera que entrare, decid al amo de la casa, que el Maestro os envía decir: ¿Dónde está la sala en la que he de celebrar la cena de la Pascua con mis discípulos? (S. Marcos, XIV, 13-14)
La  Última Cena de Juan de Juanes
Quizá era un niño o un mozalbete cuando Jesús fue condenado a muerte. Dice su Evangelio que cuando Jesús fue apresado en el Huerto de los Olivos, le seguía un joven envuelto en una sábana para curiosear, a ver en qué paraba todo aquello. Es muy posible que este joven fuera el mismo Juan Marcos. “Pero cierto mancebo le iba siguiendo envuelto solamente en una sábana o lienzo sobre sus carnes, y los soldados le cogieron. Más él soltando la sábana, desnudo se escapó de ellos”. (S. Marcos, XIV, 51-52)
La oración en el huerto de Andrea Mantegna

Todo parece indicar también que Jesús tuvo estrecha amistad con los padres de Juan Marcos y que éste escuchara, en muchas ocasiones, los discursos de Jesús. Fue él uno de los primeros bautizados por San Pedro. Al parecer fue uno de los 72 discípulos que nombró Jesús, según otros.
Suele identificársele con Juan, llamado Marcos. Este personaje aparece varias veces en los Hechos de los Apóstoles. Se le cita por primera vez en Hechos 12:12, cuando relatan la salida milagrosa de San Pedro, de la cárcel, por obra del ángel que le abre las puertas y se dirige "a casa de María, madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde muchos hermanos se hallan congregados en oración".
 Acompañó a Pablo de Tarso y a Bernabé en el primer viaje de Pablo (Hechos 13:5), pero se separó de ellos cuando llegaron a Panfilia, regresando a Jerusalén (Hechos 13:13) en estos versículos se hace referencia a él simplemente como "Juan"). Cuando Pablo iba a iniciar su segundo viaje, tuvo una grave disputa con Bernabé a propósito de "Juan, llamado Marcos": Bernabé quería que fuese con ellos, pero Pablo se negaba, ya que les había abandonado en el viaje anterior. Pablo y Bernabé terminaron por separarse, y Marcos acompañó al segundo en su viaje a Chipre (Hechos 15:37-39).
No está claro si este personaje, "Juan, llamado Marcos" es el mismo al que se hace referencia en algunas epístolas atribuidas a Pablo, concretamente en 2 Timoteo, Colosenses, Filemón y en la Primera Epístola de Pedro (I Pedro 5:13). En Colosenses se dice de él que es primo, o sobrino, de Bernabé, lo que podría explicar que éste disputase con Pablo acerca de Marcos.
Posteriormente pasó diez o doce años en Jerusalén al lado de Pedro, ayudándole como secretario y haciendo de "intérprete y consejero". Pedro amaba con cariño a Marcos y al final de su Primera Epístola, éste se refiere a "mi hijo Marcos". Mientras que las iglesias copta, católica y ortodoxa aseguran que se trata de un hijo espiritual (es decir, que Marcos hubiese sido bautizado por Pedro) o que simplemente Pedro le tenía mucho cariño, varios teólogos protestantes no tienen inconveniente en interpretar que podría tratarse de un hijo físico.
La tradición dice que Marcos evangelizó como Obispo de Alejandría, en Egipto, donde realizó varios milagros y estableció una iglesia Bokalia o Baucalis (el lugar de las vacas), al este de la ciudad a la orilla del mar y su famosa escuela cristiana, nombrando un obispo, tres presbíteros y siete diáconos y murió allí como mártir en el año 68, un 25 de abril.
El martirio de San Marcos, Les Tres Riches Heures del duque de Berry. Hermanos Limbourg (c.1410) – Museo Condé, Chantilly, Francia

Otros autores dicen que su muerte se produjo cuatro años antes en el mismo día, el 25 de abril del año 64 después de Cristo. Pero la historia oficial dice que Marcos se halla en Roma el año 67 cuando mueren los dos Apóstoles, San Pedro y San Pablo.
Según la tradición, la Iglesia Copta de Egipto tiene su origen en las prédicas de San Marcos, autor del Segundo Evangelio en el siglo I, que llevó el cristianismo a Egipto en la época del emperador Nerón, siendo el Santo considerado su primer Papa.
Recientemente se ha encontrado un trozo del Evangelio de San Marcos, escrito en un papiro, recubriendo la cara de una momia y su datación provisional es de finales de esa década entre el año 67-70 después de Cristo.
Los Hechos de San Marcos un escrito de mitad del siglo IV, refieren como fue la muerte de San Marcos. Fue  arrastrado por las calles de Alejandría, atado con cuerdas al cuello. Después lo llevaron a la cárcel y al día siguiente le volvieron a aplicar el mismo martirio hasta que falleció. Se dice que sus asesinos trataron de quemar su cuerpo, sin conseguirlo. Los cristianos de Alejandría rescataron su cuerpo intacto, lo envolvieron y le dieron sepultura.
El martirio de San Marcos. Gabriel Mälesskircher

La tradición Copta lo narra así: “En el año 68 d.C., la Pascua cayó en el mismo día de la fiesta de Serapis. La turba furiosa de paganos se había reunido en el templo de Serapis en  y fueron al encuentro de los cristianos que celebraban la Resurrección Gloriosa en Baucalis. San Marcos fue capturado, arrastrado con una cuerda por las calles principales de la ciudad. Las multitudes gritaban “El buey debe ser llevado a Baucalis.” (Un  lugar escarpado lleno de rocas en donde se alimentaba a los bueyes que se utilizaban para el sacrificio a los ídolos). Al caer la noche el santo fue llevado a prisión, donde fue llamado en una visión por un ángel que lo fortalecía diciendo: “Ha llegado tu hora Marcos, el buen ministro, de recibir tu recompensa. Anímate, tu nombre ha sido escrito en el libro de la vida”. Cuando el ángel desapareció, San Marcos agradeció a Dios por enviarle a su ángel. De pronto, el Salvador mismo se apareció y le dijo: “¡La paz sea contigo Marcos, mi discípulo y evangelista!” San Marcos comenzó a gritar:” ¡Oh mi Señor Jesús!” Pero la visión había desaparecido ya.
A la mañana siguiente, probablemente durante la procesión triunfal de Serapis, Marcos fue arrastrado de nuevo por toda la ciudad hasta que murió a causa de los desgarros producidos en  su cuerpo y por la inmensa cantidad de sangre perdida. Intentaron  después quemar sus restos, pero el viento soplaba tan fuerte y la lluvia caía a torrentes que la gente se dispersó. Los cristianos robaron su cuerpo en secreto y lo enterraron en una fosa que habían tallado en una roca debajo del altar de la iglesia.
En el 828 ó 829, las reliquias atribuidas a San Marcos fueron llevadas de Alejandría por navegantes italianos, que las trasladaron a Venecia, donde se conservaron en la Basílica de San Marcos, construida, a partir del 830, expresamente para albergar sus restos. 
Sepulcro del Santo en la basílica de San Marcos en Venecia
Los coptos creen que la cabeza del santo quedó en Alejandría. Cada año, en el día 30 del mes de Babah, la Iglesia Copta conmemora la consagración de la iglesia del Santo, y la aparición de su cabeza en dicha iglesia. La iglesia copta es la de San Marcos, en Alejandría, donde se conservaría su cabeza.
El 22 de junio 1968  el Papa Pablo VI, le entregó las reliquias sagradas, después de once siglos, al Papa copto Kirilos VI. Durante dicho tiempo se había guardado el cuerpo de San Marcos en la ciudad de Venecia, en Italia.
A cada evangelista se le asocia con un símbolo, a San Marcos con el león porque su Evangelio empieza hablando del desierto y del río Jordán, habiendo allí, en sus alrededores muchas fieras, entre ellas el león, el rey del desierto.
También se dice que es el león porque comienza hablando de Juan el Bautista con "Esta es la voz del que clama en el desierto", voz que sería como la de un rugido de león.
Francisco Bayeu y Subías. Museo del Prado
Pero en Occidente, en especialmente en la Península, la advocación a este Santo tomó fuerza a finales de la edad Media como protector de los campos y contra  la plaga de langostas que los asolaban. Los primeros escritos sobre estos votos tratan de mediados del siglo XV en Baeza, donde también se cuenta el rito del “Toro de San Marcos”. Este rito tuvo gran importancia en las comarcas Extremeñas hasta que poco a poco fue desapareciendo, sobre todo a causa de las prohibiciones reales y religiosas, quedando como único vestigio de esta relación del toro y el Santo en Arroyo del Ojanco, Beas y Ohanes (Almería).    

ANDRÉS MARÍN SÁNCHEZ