EL
SIGLO XVII
A
finales del siglo XVI conocemos la situación de nuestro término que en aquellos
tiempos, como sabemos, estábamos integrados en el de Beas de Segura hasta
comienzos del siglo XXI – 24 de enero del 2001, el día que se nos notificaron
el fallo del tribunal, que la votó el 10 de enero y el 18 se leyó y publicó la
sentencia en audiencia pública -.
Termino del municipio del Arroyo del Ojanco |
Las
Relaciones Topográficas que mandó realizar Felipe II en el 1575 nos dan
cumplida referencia de lugares y personajes
que están relacionados con nuestro
municipio, pero no con el núcleo de población actual.
Conocemos
sus fuentes con la misma nomenclatura actual: La Zarza, La Teja, El Tovar,
Ajozar, del Acemilero, Turruchel y los Álamos y otras con el nombre ya
desaparecido como la de Ardanchel, posible fuente Colorá y la de Archite
posiblemente la del Chite actual. Chite viene de un topónimo árabe (al- ^Y:- D)
que deriva del latín civitas, ciudad, que antiguamente se denominaba Achite,
Tenemos
el nombre de nuestro arroyo con el mismo nombre Loçanco, poblado de huertas,
arboledas, cañamares y regadíos de pan llevar. Posiblemente otro arroyo de
nuestro término el de San Francisco que pudiese ser el de los Perales.
Podemos
conocer los productos de las huertas, arboledas y regadíos de aquellos años:
cáñamos, linos, legumbres, cerezas, guindos, ciruelos, manzanos, granadas,
higos y peras de diferentes géneros, membrillos, duraznos, camuesas, nueces,
moraledas y olivares.
Los
cultivos de secano que nos dan cuenta de aquellos años eran los cereales: trigo,
cebada, avena y centeno también existían viñas en pequeñas parcelas y por
supuesto olivos. Había otro cultivo que servía para curtir pieles, el zumaque,
que daría lugar a un paraje de nuestro pueblo El Azumacal o Zumacal (donde se
cultiva el zumaque), muy cerca de las casas de nuestro núcleo de población. El
polígono industrial del pueblo lleva este nombre
También
los peces que se cogían en el río Guadalimar, como barbos, picones, bogas y
algunas anguilillas
O
los molinos harineros como el de la Cámara que estaba situado en la confluencia
del río de Beas con el Guadalimar y así como su propietario, Pedro Muñoz.
Posiblemente pudiese haber otro molino harinero en el río Guadalimar, de los
dos que había en él, perteneciente a nuestro término.
Se
conocía la torre o torres de Loçanco y el despoblado que se hallaba cerca de
ellas donde había restos de cimientos fuertes de cal y canto y de ladrillo en
forma de torres y baños. Los Baños Romanos actuales.
Se
conoce el nombre de las dehesas de aquella época que estaban en nuestro término
municipal: la de la Nava, que se daba a los abastecedores de las carnicerías y
la de Ardanchel, que a finales del siglo había disminuido su extensión a causa
de la roturación para los cultivos. Los cotos de la Hoyera y del Robledo.
Existía
cerca del término actual del Puente de Génave, la Casa del Portazgo, que servía
como aduana entre el término de Segura y el de Beas, que recaudaba los
impuestos correspondientes de portazgo como su nombre indicaba. Por supuesto el
nombre del cerro Portazgo ya se conocía con ese nombre.
Las
haciendas o casas de labor que habían en lo que es nuestro término eran los
pequeños núcleos poblados de él. A finales de siglo XVI se conocían sus
propietarios y sus nombres. Estos eran en Ardanchel, que según las ordenanzas
de Carlos I dio a la villa en 1552, iba del camino real de esta villa al “cerro Portazgo, desde el barranco Hondo y
encima de la Torca hasta el arroyo del Oxanco”. Los que tenían casas y
labor en este paraje eran Diego de Sandoval y Negrete, Constanza de Sandoval y
Luis Vico.
En
el cerro Portazgo tenía su casa y labor Diego Bedoya. En el Encinarejo, paraje
que había desde el arroyo del Ojanco hasta el final del término, al pie del
cerro Portazgo, estaban las haciendas o casas de labor de Hernando de Bedoya y de Juan de Orozco.
Todas
estas posesiones en lugares del término todavía existían en el siglo XVII.
Algunas de estas posesiones se fundieron en las familias de los Sandovales y
los Bedoyas.
Como
se puede demostrar en el paraje del Álamo donde hay testimonio de su presencia
como lo atestigua el escudo de estos caballeros de origen cántabro, los Bedoyas
emparentados con los Sandovales en el este siglo XVII.
A
principio del siglo de este siglo podemos dar fe del matrimonio formado por
Sancho de Sandoval Negrete con Leonor de Bedoya, familiares de los propietarios
de las casas de labor del siglo anterior en nuestro término. Este matrimonio
tuvo dos hijos Juan, que Francisco de Quevedo en las cartas que escribía a don
Sancho le apedillaba Bedoya y el otro hijo Francisco de Sandoval. Estos
caballeros tenían el hábito de la orden de Alcántara el primero con 8 años y el
hábito de Santiago el segundo unos treinta años después que su hermano (1632 y 1663 respectivamente).
Don
Sancho de Sandoval y Negrete fue amigo de Francisco de Quevedo con el que tuvo
una larga correspondencia de la que se conserva algunas cartas, las escritas
por Quevedo en La Torre de Juan Abad, desde el 14 de enero de 1935 hasta un mes antes de la muerte de este en
Villanueva de los infantes el 8 de septiembre de 1645, el 12 de agosto de ese
año. Parece ser que Quevedo le ayudó a conseguir el hábito de Calatrava para él
y el de Alcántara para su hijo Juan y para conseguir don Sancho, por medio de
pleitos larguísimos el hábito de Santiago, que era el que él envidiaba.
A
finales del siglo estos personajes se trasladan de lugar, don Juan a Valdemoro
y sus descendientes a otros lugares de la Mancha y don Francisco a Alcaraz y
sus descendientes a Cuenca, a San Clemente.
En
el siglo XVIII, estas posesiones o casas de labor en Arroyo del Ojanco, pasan de estado y poseedores. El paraje de
Ardanchel pasa a nombrarse como dehesa o paraje simplemente y el Encinarejo lo
mismo. Pero van saliendo poblamientos nuevos en estos parajes.
La
etimología de estos dos parajes eran la siguiente: Ardanchel significaba lugar
de viñecillas o lugar de pequeñas viñas, ardan significa viña o viñedo el
vasco y el sufijo chel del mozárabe
significa cillo/a. Se puede
constatar que en este paraje existieron zonas de viñas quedando el nombre de
ellas actualmente: el barrio de las Viñas en nuestro pueblo con dos calles con
este nombre, calle Viñas y Travesía Viñas; otra pequeña parcela por debajo de la vía muy cerca del arroyo; el
terreno que hay enfrente de la gasolinera que hay sin olivas; la viña de los
Cabreras cerca de la Venta Cabrera al otro lado de la carretera nacional en el
lugar que posteriormente se llamaría campo de aviación o de aterrizaje entre el
Lorente y el Acemilero y dicha carretera nacional y en otros parajes de nuestro
término existieron pequeñas viñas para
consumo de sus propietarios. Y el Encinarejo lugar o paraje de encinas
El
Catastro de Ensenada correspondiente a la villa de Beas de primero de
septiembre de 1753 daba repuesta a la pregunta cuatro sobre tipos de suelos: “hay
una parte de tierra de regadío plantada de árboles frutales, morales y moreras,
ahora para sembradura de regadío con algunos frutales en que se siembran las
especies de trigo, cebada, escaña, maíz, lino y cáñamos. Todo el terreno de
legumbres de unas especies que producen a lo
más dos cosechas”…” parte de tierra de regadío
para sembrar trigo, cebada y maíz, de unos árboles que llevan un fruto a lo más
sin tenerlo de descanso”…” Otra parte de tierra que
sirve para sembrar de secano: otra plantada de vides y olivas, otra de dehesas
y otra de tierra tortuosa, de riscos y peñascales con vides.”
En este catastro, también respondiendo a las
preguntas 6, 7 y 8 relativas a los árboles decía “hay plantados: nogales, morales, perales, moreras, higueras, cereneñas,
ciruelos, granados, membrillos, priscos, melocotones, duraznos, peros,
camuesos, manzanas, guindos, cerezas, parras, vides, olivas y zumaqueras”.
“Que en a tierra en la que están plantados los
árboles frutales, morales, moreras, son los que se riegan con el río, con
fuentes y otros más y en ella hay de
primera y segunda calidad”. Y a la última pregunta: “el
plantío de todos los árboles, vides y olivas, como hecho como regla vienen
correspondiendo en los márgenes del río, arroyos y fuentes de ribera los hondos
de las vertientes de los montes y sierras.”
En otro apartado nos da cuenta de la cantidad de
colmenas y sus propietarios, siendo el
número de ellas en esta villa 198 colmenas y tres enjambres. Unas pocas de
estas colmenas estarían en nuestro término, pues existía un paraje que se
conocía hasta finales del siglo XIX como el cerrillo de las Colmenas. Ya en el
siglo XX con el nombre del cerrillo Valiente o el cortijo Valiente como casi
todos los habitantes del pueblo lo conoce y también servía como modelo de
colina cuando se explicaba esta en la escuela, sobre todo en los años sesenta y
setenta.
El ganado que había en este término de Beas eran: “burros y burras, garrafones, caballos
padres, yeguas de vientre, muletos y potros de cría, mulas y mulos, bueyes de
labor, caballos, burros y burras de servicio, vacas de cría, carneros, ovejas
de parir, borregos, borregas, cabras, machos, chotos, chotas, cerdos de cría, cerdos
grandes y pequeños”. También había dos yeguadas una con 70 yeguas de
parir y 6 potras y la otra de 87 yeguas
de vientre.
Respondiendo a la pregunta 23, sobre las propiedades
del común y nombraba los arbitrios que gozaba de la dehesas, entre ellas las del
término de nuestro pueblo, Arroyo: El Robledo, Portazgo, Ardanchel y la de la
Nava. La venta de sus pastos eran administrados por la intendencia de la villa
de Almagro
Las ocupaciones u oficios que había eran: albéitares,
herradores, carpinteros, albañiles, herreros, zapateros, sastres, espargateros,
tejedor, batanero, pescador, curtidores, mayorales, ayudadores, zagales y
criados de propio servicio en las labores, ganados y molinos harineros
En el censo de Floridablanca (1785-89) en el Tomo I, referente a la
provincia de la Mancha, relación ordenada por el Rey y pedida por el
excelentísimo señor conde de Floridablanca, y su ministerio de Estado a don
Francisco de Mendoza de Sotomayor, intendente de esta provincia. Y en el
partido de Villanueva de los Infantes, orden de
Santiago. Provincia de la Mancha en el apartado de granjas de Beas de
señorío secular:
Arroyo, Acemilero,
Arreturas, Agózar, Álamo, Ajoza, Vicaría S.E., Carrascas, Don Tristán S.E., Lorente, Noguera, Olivar, ¿Rio?,
Turruchel, Tovar S.E. En lo referente a
Agozar parece ser que se refiere
Allozar, entre el río de Beas y el Cornicabral. La granja o cortijo llamado Río desconozco donde se ubicaba.
Arroyo entre los dos lugares Ardanchel y Encinarejo, Acemilero, Álamo, Ajoza,
Vicaría Carrascas, Lorente Noguera, Olivar, Turruchel y Tovar en la parte de
Ardanchel y Don Tristán al Encinarejo.
Estas granjas o cortijadas pertenecían todas a estamento
eclesiástico ya fuese secular, la mayoría o al eclesiástico como la Vicaría,
Don Tristán y el Tovar. Las posesiones de aquellos caballeros del siglo XVI y
XVII pasan a manos de la iglesia en este siglo. Pero todavía queda un
toponímico de aquellos siglos perteneciente a la familia Orozco, hoy día se
conoce como las hoyas de la Fuente Orozco y el cortijo Orozco en el cerro
Portazgo.
Aparece en un contencioso el lugar Ardanchel como dehesa en
los años 1795-96: “Pleito por Teresa
Cortés y Sello, marquesa viuda de Montenuevo y vecina de Villanueva de los
Infantes y ganadera de Montiel contra Juan Antonio Fernández de la Espina,
vecino de Fuenllana (Ciudad Real), sobre el disfrute del cuarto de Ardanchel,
en el término de Beas”.
A principios del siglo XIX, en el 1826 antes de la partición
de España en las provincias actuales, Sebastián Miñano y Bedoya en su
Diccionario Geográfico y Estadístico sigue con la misma catalogación de los
parajes de Arroyo, Acemilero, Arreturas, Álamo, Ajoza, Vicaría, Carrascas, Don
Tristán, Lorente, Noguera, Olivar, Turruchel y Tovar. Todos los lugares como
granjas del partido de Infantes bajo la jurisdicción de la villa de Beas y
pertenecientes al estamento eclesiástico o secular.
La procedencia de estos topónimos que figuran en las
anteriores relaciones se ven claramente de donde vienen: Acemilero procede de
acémila, animal de carga lo que significaría lugar donde se cuidan las
acémilas. Arreturas, Arroturas, un terreno que se puede romper para poder
sembrar y cultivar. Ajozar lugar poblado de allozos o almendros silvestres.
Carrascas, Carrascal, lugar poblado de carrascas o encinas. Lorente viene del
italiano Lorenzo. Noguera su propio nombre lo indica lo mismo que Olivar.
Turruchel viene del latín turre,
torre y del mozárabe chel, que
significa cillo/a, torrecilla. Tovar,
del latín tofa, tofus, que
significaba piedra caliza blanca y de aquí paso a toba y de esta a Tobar/Tovar
con el significado de cantera de toba. Vicaría territorio de la
jurisdicción del vicario
Además se dan a conocer lo que producía el municipio de Beas en el que había 20 granjas, los
productos eran maíz, judías, patatas, exquisitas legumbres y frutas, vino,
aceite, trigo, cebada, centeno, escaña, habas garbanzos y anís, y todo género
de caza mayor y menor. Aquí entre otras
casas se decía que había más de 400 fuentes y siete arroyos copiosos que con su
riego se criaban finísimos linos.
A
mediados de siglo XIX – 1845-50 - vuelven a aparecer muchas de las granjas
anteriores del término de Arroyo en el Diccionario Geográfico y Estadístico de
Pascual Madoz, pero ya no se especifica a que estamento se refiere. Muchas de
las fincas pertenecientes a la Iglesia en el siglo anterior y primer tercio de
este, están ya en manos de grandes propietarios que se beneficiaron de las
desamortizaciones hechas en este siglo.
Los
lugares que nombre Madoz eran las siguientes:
-
Acemilero: Cortijada en la provincia de Jaén. Partido judicial de Segura. Término
jurisdiccional de Beas de Segura
-
Ajozar: Cortijada en la provincia de Jaén. Partido judicial de Segura. Término
jurisdiccional de Beas de Segura
-
Álamo: Cortijada en la provincia de Jaén. Partido judicial de Segura. Término
jurisdiccional de Beas de Segura
-
Ardanchel: Dehesa en la provincia de Jaén. Partido judicial de Segura. Término
jurisdiccional y ¾ de legua al Norte de Beas de Segura
-
Arroturas: Granja de la provincia de
Jaén. Partido judicial de Segura. Término jurisdiccional de Beas de Segura
-
Arroyo: Granja de la provincia de
Jaén. Partido judicial de Segura. Término jurisdiccional de Beas de Segura
-
Arroyo de Lojamo: Huertos, produce mucho por su buena calidad de las aguas
-
Arroyo del Lojanco: Arroyo
Estas tierras producían a mediados del
siglo XIX:”lino, finísimo a beneficio de las aguas de los arroyos,
maíz, judías, patatas, exquisitas legumbres y frutas, vino, aceite, trigo,
cebada, centeno, escaña, habas, garbanzos y anís. Siendo la mayor cosecha la de otoño, especialmente en judías, patatas y maíz. En años regulares de aceite, después de abastecer al pueblo, se dejaba 1500 arrobas
para la venta. Molinos de aceite habría de haber bastantes en lo que es hoy
nuestro término. En esas granjas enumeradas más arriba ha habido hasta el
último tercio del siglo pasado molinos aceiteros: El Álamo, la Teja, Lorente,
Don Tristán y el Carrascal, entre otros,
El ganado de todas clases era
bastante numeroso y también abundaba la caza mayor y menor
Las
granjas que en otros censos se relacionaban todavía existían, pues hoy día
existen aunque nadie viva en ellas, como el Lorente, Carrascal, la Vicaría, la
Teja, Don Tristán, la Noguera, Turruchel, o el Olivar. Pero como vemos el
germen del núcleo actual de nuestro municipio llevaba por aquellas fechas lo
menos 100 años como granja, la de Arroyo.
Los
nuevos y grandes propietarios de las posesiones eclesiásticas que pasan a su
poder eran las familias de los Pellón, que serían los amos de los Álamos, los
Ayuso, Avilés, Bueno, Llavero, Frías, Montoya, Niño, Piña, Revilla, Vélez y
Zuloaga entre otros. Estos serían los
propietarios de la fábrica de los Roques, Malancao, Don Tristán o las
Ventillas. Esta última era la venta del Portazgo que con el tiempo se dividiría
en otras fincas de esta familia, una la de doña Isabel y la otra la de don
Pepe.
También
existen en este siglo Los Panochas, Cañada Arada, los Galindillos, la
Muelecilla, El Quemao, Las Motas (Torres del Lojanco), los Guijalbas ( cortijo
de Pedro José Ijalbe), la Donosa, Ventarique (Hijos de Tarik), Fuente Buena,
los Torcalillos(de torca pequeña, depresión circular en un terreno con bordes escarpados), los
Perales, la Zarza, las Chozas (Carrascal de la Parra), Paules (de paúl, terreno
pantanoso cubierto de tierra y perteneciente a los seguidores de San Vicente de
Paul), el Cortijo del Cura y algunos más, así como cortijo de haciendas más
pequeñas como el de Orozco (perteneciente en el siglo XVI a Juan de Orozco),
los Litranes .
Mapa de la provincia de Jaen de 1872 |
En
los mapas de finales del siglo XIX se ve reflejados los núcleos poblados de
nuestro término. En un mapa de la
provincia fechado en 1872, los únicos núcleos de nuestro término son la Teja y
la Vicaría y el trazado de la carretera nacional que estaba inacabada todavía.
Unos años posteriores, 1878 este mapa está incompleto, aparecen lugares que en
el siguiente mapa desarrollamos. Aquí diremos que lo que es el núcleo de
nuestro pueblo aparecen dos ventas, la de Luis y la de la Camposanta. La Venta
de Paules o Venta del Portazgo y la Venta de Gaspar Navidad posteriormente
llamada de Paules en el límite del término con el Puente de Génave. En este
mapa no se señala todavía la carretera de Jaén a Albacete o la Córdoba a
Valencia.
Mapa del año 1878 |
Hay
un mapa orográfico del año 1895 en el que sólo se ven la carretera
nacional Jaén a Albacete y los puentes,
uno el del pueblo, o puentecillos, seis
antes del arroyo y once hasta el final del término, como nosotros le llamamos, que hay en ella en
nuestro término. También está señaladas las 3 casillas de peones camineros que
había en nuestro término. Y los arroyos como el de la Nava que desemboca al río
de Beas, de la Carrasquilla en el río Guadalimar, el de la Oliva, de Los
Perales, el del Barranco de las Cañas, de la Parra con el de Peñolite, de los
Galindillos con el Barranco de Paules y Barranco Hondo, todos estos desembocan
en el arroyo del Ojanco que aquí lo nombra como Lojanco. También se señala las
acequias de riego de nuestro arroyo desde la fuente del Llano, en frente de los
Litranes, hasta nuestro pueblo. Y los altos de la Hoyera, Miguel Núñez,
Navazalto, Espartal, Portazgo y la Carrascalilla así los collados de Paules, de
los Mercadillos, los cerros de las Minas y Castellón, morrón de la Carrasquilla
y el collado de Rubias
Mapa orográfico del término de Arroyo del Ojanco de 1895 |
En otro de 1897 más completo, no sólo aparecen
los núcleos de población sino, además de la carretera entonces llamada de Jaén
a Albacete, los caminos principales que recorrían nuestro término hoy día
olvidados o solapados por los carriles.
Los
cortijos, siguiendo la carretera nacional eran, el del Nene, muy cercano a la
casilla de los peones camineros de la Nava, por donde pasaba el camino a
Turruchel que se desgajaba del camino real de la Loma. Muy cerca, siguiendo
este camino está la Noguera. De Turruchel siguiendo este camino a unos tres km,
pasábamos delante de Ajozar al cortijo del Cura y de aquí al cortijo de los
Ancos (Arroyo) dejando a la derecha del camino al cortijo desaparecido del
Calar- enfrente de las últimas granjas- . Volviendo a Turruchel en este mismo camino, pasamos por
el cortijo de la Rambla de Chite, la Vicaría, donde se unía a este camino el de
los Molinos y el camino de la Vicaría o
camino de la Nava a continuación llegamos a la Teja y siguiendo el camino de
los Molinos al río de Beas donde se encontraba la casa y molino de Don Pedro
María. Siguiendo este camino hacia Beas nos encontramos con los cortijos de La
Veguilla y la Zahúrda (establo para criar cerdos).
Volviendo
al camino real de la Loma el cortijo del Tuerto Cabrera y la Fuente del Puerco,
a continuación llegamos a el Álamo, que está junto al camino de su nombre y del
Olivar procedente de Turruchel que cruzando después el camino real llega hasta los Baños, pasando a la derecha
de la carretera por el cortijo del Olivar.
Otro
camino que sale de la Ventilla de Beas
llamado camino del Lorente que pasa cerca del cortijo de Trigueros, el Lorente y el
Acemilero. De aquí hay un cruce con el camino del Acemilero que va de Beas a
unirse al camino del cortijo el Cura entre este y el de Ajozar.
Por
el camino real o por la carretera general llegamos a la casilla de los peones
camineros, al cortijo de los Ancos con la venta de su nombre y la de la
Camposanta.
Desde
aquí, siguiendo por el camino que viene del cortijo del Cura hasta el cortijo
de los Baños, nos encontramos con Ventarique y un cortijo llamado Las Monjas
entre Los Roques y Los Baños.
En
los Baños se encuentran dos caminos con el llamado de las Arroturas. Cruzamos
el arroyo y entre la Donosa y un corral de ganado (cortijo de Los Pinos) se
abre este camino en dos, el de la derecha con el nombre del camino de Don
Tristán, que va paralelo a la carretera desde este cortijo al del Cerrillo de
las Colmenas. La otra rama se dirige en busca del camino real fundiéndose este
a un kilómetro y medio de la casilla de los peones camineros.
Mapa de 1897 |
Siguiendo
el cauce del arroyo nos encontramos tres
cortijos, cortijo (Las Motas), cortijo de Pedro
José Ijalbe, cruzamos el camino de la Hoyera, cortijo del Quemado,
cortijo de Don Feliciano al lado del camino de Cañada Arada que procede de las
Arroturas después de abrirse primero a la izquierda en el de Don Tristán y más
adelante en el de la Hoyera, a continuación del Molino y siguiendo el camino
nos encontramos con el cortijo de la Cruz, cortijo de Fuentebuena, Pollos
Calero, en frente de este al otro lado del arroyo cortijo de Lorenzo, mi
tatarabuelo, hoy conocido también como Fuente Buena y Cañada Arada. En frente del Molino, el
cortijo de Juan Víctor. Más abajo, al lado del camino de las Arroturas a Cañada
Arada y antes de cruzar el arroyo,
tenemos el cortijo del Carrascal de la Parra, los cortijos del Carrascal (Las
Chozas), el corral de ganados del Llano, el Tobar, el cortijo del Barranco de
las Cañas, el cortijo de las Cañas y el Zarco.
Siguiendo
el camino de Cañada Arada y pasando este cortijo, sale el camino de Paules
donde nos encontramos con el cortijo de la Fuente del Roble, de aquí sale un
ramal llamado arroyo y senda de los Galindillos y el cortijo del mismo nombre.
Siguiendo el principal, el camino de Paules, no encontramos cerca del límite municipal
con el cortijo del Collado de Paules. Siguiendo el camino de Cañada Arada, al
salir de este cortijo tenemos los cortijos de la Cañada de la Parra y en frente
al otro lado del arroyo, el cortijo del Poyo de Juan Hornos, siguiendo el
camino por último tenemos el cortijo de Prado Largo.
Al lado del camino de la Hoyera, que salía de Beas, tenemos el cortijo de la Carrasquilla, y los cortijos de las dos Zarzas, uniendo a la zarza de arriba este camino con el de las Arroturras a Don Tristán, este tramo de camino se llama de la Zarza. De estos cortijos sigue el camino junto a el cortijo del Carrascal de la Parra y luego cruzando el arroyo por el Quemado. A continuación de este cortijo tenemos, siguiendo el camino del cerro de la Hoyera, tenemos uno sin nombre (Los Chatos) y a continuación se abre el camino en dos en el de la derecha tenemos el cortijo de la Umbría del Huerto, el cortijo de la Recienta y más a la derecha los cortijos del prado del Carrizo. Siguiendo el principal de la Hoyera, a la derecha y algo distante, está el Cortijillo y más abajo al lado del camino principal, el cortijo de la Fuente de Orozco, Chozas de Labrador y Barrueco Gordo y desde aquí baja este camino de la Hoyera a juntarse con el Real de la Loma en frente de la Venta de Gaspar Navidad
Al lado del camino de la Hoyera, que salía de Beas, tenemos el cortijo de la Carrasquilla, y los cortijos de las dos Zarzas, uniendo a la zarza de arriba este camino con el de las Arroturras a Don Tristán, este tramo de camino se llama de la Zarza. De estos cortijos sigue el camino junto a el cortijo del Carrascal de la Parra y luego cruzando el arroyo por el Quemado. A continuación de este cortijo tenemos, siguiendo el camino del cerro de la Hoyera, tenemos uno sin nombre (Los Chatos) y a continuación se abre el camino en dos en el de la derecha tenemos el cortijo de la Umbría del Huerto, el cortijo de la Recienta y más a la derecha los cortijos del prado del Carrizo. Siguiendo el principal de la Hoyera, a la derecha y algo distante, está el Cortijillo y más abajo al lado del camino principal, el cortijo de la Fuente de Orozco, Chozas de Labrador y Barrueco Gordo y desde aquí baja este camino de la Hoyera a juntarse con el Real de la Loma en frente de la Venta de Gaspar Navidad
El
camino llamado de los Perales, que saliendo de Beas se unía llegando al arroyo
muy cerca de las Chozas al camino de Cañada Arada, tenemos el cortijo de los Perales.
En
mapas posteriores del siglo XX, como los de 1933 y 1938, no variaban en nada
con el de 1897.
En
1935 hay un mapa del Instituto Geográfico-Catastral donde aparecen las
carreteras provinciales siendo la nacional
actual de 2º orden y el único lugar del término que se nombra es el
núcleo de nuestro pueblo con el nombre de la Venta de la Camposanta
En
1948 desaparecen algunos nombres como la casa y molino de don Pedro María, la
Vicaría se señala pero no pone nombre, el cortijo de la Rambla del Chite aparece
con el nombre del Pino, el del Nene se llama Venel, se señala el cortijo de Don
Diego pero no pone su nombre, el cortijo del Olivar desaparece y cerca de este
aparece Casas de Campo, desaparece el de la Carrasquilla y parece el de los
Pollos, desaparece cortijos de Carrascal y aparece su nombre actual La Chozas.
Aparece don Roque y desaparece las Monjas, están nombrados los Poyos, los
Yesares y el Barranquillo. El cortijo de Pedro José Ijalbe cambia de nombre en Los
Guijalbas. Se señala el cortijo Lázaro sin nombre como el Cortijillo y
Malancao. Aparece el de Don Pepe en lugar del Cerrillo de las Colmenas. También
se cambia en nombre del Tuerto Cabrera por la Venta Cabrera. Desaparece los
nombres de la Venta de la Camposanta y de la de los Ancos.
Mapa de 1948 |
En
este mapa se señalan ya algunas carretera locales como la de las Arroturas y
desde el cruce de Fuente Buena a los Prados de Armijo en construcción, las que
salía de la carretera nacional que más bien eran caminos nuevos: la de la
fábrica de los Roques, la del Tobal o de Carrascal, a Acemilero, la del
Lorente, el de Don Tristán y el camino del cementerio.
El
trazado del ferrocarril de Baeza a Utiel aparece en este mapa como debería
haber salido en los mapas de los años 33 y 38, pero estos eran copia de otro de
1897.
Lo
que vemos en estos mapas parece que olvidan o intenta ocultar el núcleo o
paraje habitada llamado Arroyo hasta la mitad del siglo XIX, primero como
granja perteneciente al Clero y después simplemente como granja.
Parece
como si se quisiese no dar valor a este incipiente núcleo con otros nombres que
me suenan a peyorativos por unas entes manipuladoras que por lo menos llegan
hasta el año 1971 ó 72 y últimamente con el nombre que nos designan lo de la
población vecina, antigua capitalidad nuestra.
En
1900 se da una noticia en varios periódicos de un raro suceso ocurrido aquí,
llamando a este lugar Royo de los Anoos. En la revista del Anuario del Comercio
de hasta 1911 nombra este lugar como Royo del Ojanco y diciendo que la Venta de
la Camposanta tenía el triple de habitantes que él. También se nombra a Cañada Arada,
Las Chozas y Prados de Armijo, todos estos lugares con al menos el doble de
habitante que Arroyo de aquellos días.
Un
año después, el 1912, en la relación de estaciones que tendría la vía desde
Alcaraz a Baeza estaba la de Ojancos. Si la Venta de la Camposanta tenía el
triple de habitantes, porque no se nombra de esta manera y no como Ojancos. Lo
mismo sucede dos años después cuando el Ministerio de Fomento por medio de una
Real Orden, aprobó definitivamente el proyecto de la vía se vuelve a nombrar
ahora como población Ojanco junta con las otras 21 poblaciones en que pasaría
el tren desde Requena a Baeza. En esta relación ni en la anterior aparecía el
Puente de Génave que no sería pueblo hasta el 1931.
Como
vemos cuando se trataba de organismos oficiales del Estado si aparece bien el
nombre del pueblo y no anteponiendo como en los referidos mapas lugares menores
o nombres mal expresados para nuestro pueblo. Un ejemplo los confirma en una
Real Orden del 30 de Octubre de 1919 para crear una escuela de niños en Arroyo
del Ojanco desempeñada por un Maestro para este pueblo y las entidades de
Cortijos de los Guijalvas, Chozas, Cañada Arada, Ventarique y cortijos
diseminados a distancia menor de un kilómetro. Aquí vemos que se dice “pueblo” y no ni como cortijo o venta
como ponen en algunos mapas posteriores a esta fechas.
En
un artículo de una revista del 1920. Titulado ¡Viajar para ver! de Eduardo
Andicoberry, en su viaje por el Condado y la Sierra de Segura, en su listado de
pueblos por donde pasa está en nuestro bien escrito Arroyo del Ojanco.
En
varias noticias referentes a la escuela de niños de Arroyo del Ojanco a lo
largo del año 1924 si se nombra en condiciones normales nuestro pueblo. En
febrero con creación definitiva de una escuela
mixta, en noviembre en las elecciones de vacantes para ser provistas
provisionalmente y definitivamente, y los mismo en el mes de diciembre.
En
marzo de 1925 se sigue escribiendo en orden el nombre de nuestro pueblo en la
relación de maestros nombrados en las escuelas de la provincia, este primer
maestro nacional conocido se llamaba Francisco Gutiérrez Ledesma
En
el 1925 se vuelve la discriminación con nuestro pueblo en una asamblea provincial
en Jaén. En ella se defiende el trazado de ferrocarril que en 1914 se había
aprobado por el Ministerio de Fomento en una real orden, que pasase ahora desde
Bienservida a Villarrodrigo, Génave
Orcera, Cortijos Nuevos, Cañada Catena, Beas, Villanueva, Villacarrillo,
Torreperogil, Úbeda y Baeza. Con esta noticia nos hace pensar mal con los
regidores o representantes del municipio que en aquellos años éramos parte.
En
cambio parece que cuando la noticia es trágica si nombra el lugar de Arroyo del
Ojanco, como cuando de una coz una caballería mató a un joven en el sitio de “Arroyo del Ojanco” en ese mismo año.
En
1926 se crea una escuela unitaria para maestra en nuestro pueblo con 681
habitantes. En algo más de 10 años la población de Arroyo había aumentado
multiplicada por 22. ¿Cómo se digiere esto?, pero como veremos un poco más
adelante hay más de lo mismo.
Cuando
se da la noticia, en 1926, sobre el hallazgo de una patena de vidrio hallada en
mayo de 1922 en el Calar de la Señora, si se nombra Arroyo del Ojanco. Se
podría haber puesto en su lugar Las Chozas o los Cortijos del Carrascal de la
Parra que estaban al lado de donde se encontró. En los mapas de años
posteriores se seguían llamando la venta de la Camposanta o la Venta de Luis y
se ocultaba el de Arroyo del Ojanco.
En
1928 se vuelve a escribir el nombre de nuestro pueblo de mala manera “Royo del Ojanco” cuando se anuncia la
vacante de maestros para ese año.
Un
cortijo llamado Arroyo del Ojanco, que hacía 20 años tenía 31 habitantes ¿Cómo
podía hacer dos corridas de toros o mejor dicho novilladas en las fiestas
patronales de 1929 en los días de 18 y 19 de junio (San Juan)? El torero era el
novillero José Luis Fabre “Chico de la Corona”.
También
a finales de ese mismo año aparece en la adjudicación de los premios del
certamen pedagógico de la Asociación provincial de Maestros Católicos de “El
Santo Reino” concedido al maestro de Arroyo del Ojanco don Miguel Romero López.
En
1930 vuelve a escribirse mal el nombre Royo del Ojanco al quedarse vacante la
escuela de niñas por traslado de la
maestra. También ponía los habitantes 681 como hacía cuatro años. También se
crea en este año una escuela mixta en las Chozas.
En
ese mismo año un periódico, La Libertad, en contra del aislamiento de los
Prados de Armijo, se habla de la estación de Arroyo del Ojanco como punto de
destino. Se decía que por maniobras caciquiles con la Diputación, la carretera
que el gobernador prometía ocuparse, “no
pasaría ni por Prados ni por ninguna de las cortijadas del valle del Ojanco”. Para terminar en el artículo se decía: “las carreteras deben hacerse para facilitar
las comunicaciones entre pueblos; pero no para favorecer intereses caciquiles“.
En
1931 se vuelve a escribir el nombre del pueblo una mal y otra bien, Arroyo del
Ojanco y Royo del Ojanco, uno en el Magisterio Español y el otro en el
Suplemento de la Escuela Moderna. Como propuesta de destino provisional para la
escuela de niñas para Doña María de la Paz Campos Baeza-Rojano que residía en
Úbeda.
En
marzo de 1933 se calculaba que se iban a quedar en paro forzoso por la parada
de las obras de la vía Baeza a Utiel en Arroyo del Ojanco unos 400 obreros la misma
cantidad que Villapalacios y algo menos que Génave y el Puente de Génave que se
calculaba en 500 y 600 respectivamente y mucho menos que en Beas con 1600.
Arroyo era sólo su núcleo y Beas y los demás pueblos eran todo el término. En
aquellos días los diseminados, cortijos y aldeas pertenecientes al futuro término de Arroyo
estaban todos habitados.
En
los nombramientos interinos de junio 1934 vuelve aparecer el nombre de Arroyo
del Ojanco para el maestro D. Joaquín García Díaz y Doña Isabel Rubio Delgado.
En
este mismo año en la relación de escuelas vacantes de la provincia se dice que
Arroyo del Ojanco tenía un censo de población de 1.260 habitantes tanto en la
relación de maestros como en la de maestras. Y los maestros y maestras que
son propuestos a finales de agosto son
Don Antonio Priego Acosta y Doña Soledad Guzmán Tercedor.
En
septiembre de 1934 en el periódico La Época se da una noticia de recogida de
firmas de pésame por la muerte de don Gonzalo de Borbón para hacérsela llegar a
sus padres. El nombre del pueblo aparece correctamente.
Pero
en diciembre se vuelve publicar un error
en los habitantes del pueblo por la administración de Jaén en el número de
habitantes de Arroyo cuando se publicita la escuela de niñas con 886
habitantes, cinco más que en el 1926 y 1930 cuando se daban noticias sobre las
maestras de nuestro pueblo.
Cuando
se da la noticia de la gran riada producida el 7 de julio de 1935 todos los
periódicos escriben el nombre correctamente. Lo mismo que en el año 1940 cuando
se publicita la plaza de médico para el anejo de Arroyo del Ojanco. Esta plaza
era de primera categoría, había hasta de cuarta.
En
esta relación hemos visto en varias publicaciones como era tratado el nombre
del pueblo que por lo menos existía como núcleo de población, o granja, hace más
250 años. Los mapas de 1938 todavía se saltaban este poniendo en su lugar la
Venta de la Camposanta o el cortijo y venta de los Ancos o de Luis (El Curica).
A
partir de aquí nombre de nuestro pueblo se fue escribiendo como es en los
organismos más o menos oficiales. Pero no así su población. Valga como ejemplo que en 1971 ó 72 en una reunión
en la delegación de la Juventud en Jaén para pedir material o ayuda deportiva,
al no ofrecerse nada para Arroyo y protestar me dijeron que para 300 habitantes
y pico, que teníamos bastante con un balón de balonmano. En aquella época había
alrededor de algo más de 600 alumnos en nuestras escuelas, Las Viejas y en
varios locales repartidos por todo el
pueblo: la casillas de los peones, en el bar Gorrino, en los bajos de la
casa de German y los Chenchos, en la OJE hoy guardería, en el salón parroquial,
en los bajos de la casa de Luis Blanco hoy tienda de electrónica de JM
Bustamante, la calle del Río en el local que fue de supermercado Liñán y por
último en local de las Vigas antes de ser discoteca. Y las dos personas que
acudimos por parte de nuestro pueblo a este acto en Jaén habíamos hecho el
Censo a primeros del año 1971 y sabíamos que nada más que en el núcleo de
población había más de 3.500 habitantes
Y
en multitud de anécdotas que hemos sufrido de manera particular en nuestras
carnes.
Esperemos que los regidores que en el futuro tengamos sepan
y puedan defender nuestro pueblo contra cualquier amenaza sobre nuestra
integridad como ente independiente y soberana de nuestro término municipal.
ANDRÉS MARÍN SÁNCHEZ