jueves, 10 de febrero de 2022

REGIÓN ORETANA 

DE SANTIAGO DE LA ESPADA A VALDEPEÑAS

HAMBRE Y CRISIS DE TRABAJO

El Liberal de 30 del 12 de 1930

Otro artículo de esta asociación oretana firmado por el mismo personaje asiduo defensor del territorio oretano y el progreso de estas tierras que hasta un siglo antes de esta época pertenecía a la misma provincia, La Mancha. pero volvamos al periódico El Liberal de 30 de diciembre de 193o.

A medida que nos adentramos en el invierno se hace más patente la horrible crisis de trabajo que se padece los pueblos de la serranía del Segura.  Con las nieves y las fuertes heladas de estos días se acrecienta el malestar en todos los hogares, donde por faltar todo, faltan hasta los elementos más necesarios para la vida.

 El frío y el hambre son hoy compañeros inseparables en todas las cortijadas y aldeas que radican en el partido judicial de Orcera, en plena sierra de Segura. Los inviernos son de por si malos en todos los pueblos próximos al Yelmo; pero los naturales del país, hechos a sufrir toda clase de inclemencias y adversidades, saben burlar los rigores del invierno por medio da la emigración en hueca de trabajo a sitios de clima más benigno; pero este año, que el invierno se presenta más crudo, 'o pueden emigrar con esperanzas de trabajo, porque en Andalucía la cosecha de aceituna es nula, y por tanto, no hay, trabajo ni para los naturales de la Bética ni para los braceros procedentes de sierra Segura, que en realidad son los primeros que pagan las consecuencias de la falta del codiciado fruto.

La situación de los vecinos de los pueblos serranos no puede ser más angustiosa; no tienen ni trabajo ni medios de vida en su país, y donde podían ir en busca de ellos no lo hay. Esta crisis de los pueblos serranos es nacho más fatídica que la de los campos andaluces, porque aquí no hay ni el socorrido remedio, tan popularizado en Andalucía, de repartir los obreros entre el elemento capitalista, porque no le hay.

Ante la difícil situación de loa pueblos, ante el hambre que invade los hogares, se imponen heroicos remedios por parte del Gobierno, que es el único que en la situación actual dispone de medios para, conjurar la crisis de trabajo y mitigar el hombre en los hogares campesinos.

La sierra de Segura, que es muy rica en maderas y yacimientos mineros, se encuentra muy mal de comunicaciones y de escuelas; una acción conjunta de los ministros de Fomento e Instrucción pública podría resolver el triple conflicto: la crisis de trabajo,  falta de vias de comunicación y la falta de escuelas; es decir, construyendo escuelas y caminos se alejaría el fantasma del hambre.

 Crisis de trabajo existe desde Valdepeñas a Santiago de la Espada, siendo más aguda, por las razones antedichas a medida que se avanza de Valdepeñas a Santiago de la Espada; el hambre es más aguda allí donde hay peores medios de comunicación.

 Por ser la crisis de trabajo muy intensa y aguda no se pueda remediar con la construcción de obras ligeras, caminos vecinales y carreterillas de tercer orden, sino con grandes obras públicas que sean de positivos resultados para la economía nacional, tales como la carretera de Valdepeñas a Santiago de la Espada. No sabemos si existe algún estudio serio sobre esta carretera; pero en las actuales circunstancias merecía la pena destacar una brigada de técnicos para hacer su estudio rápidamente y con las debidas garantías.

Una carretera de las llamadas de primer orden, que partiendo de Valdepeñas pase por Cabeza del Buey. Dos Hermanas, Gualen, Entreventas, Arroyo del Ojanco, Prados de Armijo, Cañada Catena, Cortijos Nuevos, Hornos de Santiago de la Espada, daría trabajo a millares de obreros, que no tendrán donde emplear sus actividades hasta la próxima siega, siempre que faya buena cosecha en Andalucía o en el resto de los campos oretanos. Al construir una carretera por los puntos descritos, se haría una gran obra nacional, puesto que se resuelven problemas difíciles y de gran interés social.

 Una carretera que vaya desde Valdepeñas a Santiago de la Espada, que es la ruta más fácil, económica y corta entre Castilla y Murcia, resulta de gran interés económico, puesto que da vida a muchos pueblos de sierra Segura y Sierra Morena, parajes ricos en maderas y yacimientos mineros, hoy inexplotados por falta de medios de comunicación; de gran interés turístico, por las inmensas bellezas encerradas en ambas cordilleras; de gran interés social, puesto que contribuiría a la repoblación de Sierra Morena en su parte más fértil y pintoresca.

Cereales, frutas, vinos, aceites, maderas, minerales de cobre, oro, plomo plata, etc., daría un crecido rendimiento a estas obras, emprendidas por sentimiento humanitario ante la crisis actual y de una gran trascendencia nacional con el tiempo. Buscando una ruta corta entre Cartagena, Murcia y los campos de Calatrava, no se encontrará otra ni más corta, ni más económica ni que encierre mayor interés social y humanitario. Y sobre todo, de un gran sentido estratégico.

 Después de haber visitado los puntos por donde ha de pasar esta carretera, convencidos do la situación angustiosa por que atraviesan sus moradores, puesto que se trata de una obra que por interés nacional hace años debía estar terminada, hoy se hacen más patente su necesidad y su importancia, debido a la gran crisis de trabajo. Una circunstancia que no quiero dejar sin consignar es que debida a la construcción del pantano del Tranco, son muchos los moradores del valle de Hornos que tendrán que emigrar, personal que debía utilizarse para repoblar aquellos parajes, más fértiles y fecundos de Sierra Morena, los sitios regados por Guadalen y Barranco Hondo.

Convencido de la razón que les asiste para pedir ayuda de los poderes públicos, me atrevo, a llamar la atención al Gobierno, especialmente de los ministros de Fomento e Instrucción pública, para que acudan en su auxilio; es un acto de justicia, de humanidad y de gran sentido moral. Construida la carretera de Valdepeñas a Santiago de la Espada, de ella podrían salir no pocas carreteras secundarias y caminos vecinales que dotaran de fáciles comunicaciones a todos los valles de Sierra Morena y sierra de Segura.

Combatir el hambre en sus orígenes y el analfabetismo en sus guaridas es la obra de mayor trascendencia política y social que se puede hacer en estos tiempos. No se me ocultan los grandes obstáculos que habrá que vencer para hacer una obra da la importancia estratégica y nacional que en si encierra una carretera de primer orden de Valdepeñas a Santiago de la Espada.

Por no atravesar grandes núcleos de población, aunque algunas aldeas están llamadas a ser en breve plazo importantes ciudades, entre otras. Arroyo del Ojanco, Entreventas y Villagualen, por mostrarse enclavadas en sitio muy fértil, de gran rendimiento aceitero y próximas a yacimientos de oro y cobre, que prometen grandes rendimientos: por tener gran importancia para el caciquismo que las aldeas continúen aisladas y sumidas en el más abyecto analfabetismo; por tener que atravesar importantes cotos de oligarcas influyentes, los obstáculos serán innumerables: pero como la razón se impone y el hambre no tiene espera, el Gobierno tendrá que vencerlos todos y ordenar la rápida construcción. si no de toda la carretera, por lo menos en los trozos comprendidos entre Santiago de la Espada, Hornos a Cortijos Nuevos, y los otros comprendidos entre Cañada Catena, Prados de Armijo a Arroyo del Ojanco, y los menos importantes de Arroyo, Entreventas a Villagualen; destacamos estos trozos por ser donde el hambre principia a hacer estragos. Dando por terminada nuestra misión de informadores al decir los sitios donde el hombre es muy intensa y los remedios para extirparla, rogamos al Gobierno vea la marera de hacer un acto de justicia y humanidad con estos pueblos hambrientos.

J. PEREZ-CHICHARRRO Valdepeñas, diciembre 1930.


REGIÓN ORETANA 

DE SANTIAGO DE LA ESPADA A VALDEPEÑAS

PAISAJES Y BELLEZAS INACCESIBLES 

Seguimos con los artículos de la liga oretana y el periódico El Liberal de 9 de enero de 1931

            Cansado de marchar todos los días por el sitio más monótono de los alrededores do Valdepeñas, aunque sea el más concurrido por la fuerza de la costumbre de todos los habitantes de la ciudad emporio de Oretana, dirijo mis pasos a la parte opuesta, donde el horizonte cambia radicalmente de aspecto, pareciendo que se encuentra uno en otro pueblo y en otros campos de los que habitualmente tiene recorridos. En vez de buscar el paseo de la estación para ir a la vía recreando la vista en los pinos del parque o dejar que se pierda en el infinito horizonte de los llanos, cambio de ruta para salir del pueblo por b calle de San Juan, marchando hasta las cumbres de San Blas; desde las alturas se distingue bien el ángulo formado por las carreteras que conducen bien a Cózar o a Torrenuera; ya en las cumbres, siguiendo la dirección de la bisectriz del ángulo descrito por ambas, dejo vagar la imaginación para hacer mentalmente un recorrido desde Valdepeñas a Santiago de la Espada, aflorando recuerdos de viajes hechos por estos sitios. Saltando la cuerda formada por les cerros de San Blas, el terruño está formado por cerros y valles, aquellos de elevación cada vez mayor y los valles más angostos.

Huertos de sabrosos frutos en las hondonadas y las faldas da los montes, cubiertos de viñedos y olivares, ofrecen bello panorama a nuestra vista, así en este saltar de montes y valles hasta el cruce del río Jabalón, donde los montes son ya verdaderas sierras, diciéndonos el panorama que se extiende ante nuestra vista que ya estamos en Sierra Morena, próximos a los sitios recorridos por Don Quijote, a la vista de Cabeza de Buey, que parece lo tenemos muy cerca, nos animamos en la marcha para seguir brincando por montes y valles, internándonos en lo abrupto de Sierra Morena, donde la naturaleza derramó bellezas incalculables: bosques de jaras, encinas y robles, peñones de altura incalculable, cortados por la Naturaleza, que parecen obra maestra del hombre; torrentes de bajadas impetuosas y ríos que se despeñan en vertiginosa corriente; fuentes y arroyos de cristalinas aguas, rodeados de verdes praderas, y peñones, desde cuyas alturas se desprenden frondosos árboles.

 No es nuestro propósito hacer una descripción de estos paisajes, ante cuya vista se sienten emociones infinitas, sino hacer un viaje rápido por estas bellezas inaccesibles para seguir caminando por la ruta de los vendimiadores, pasando por la sierra de Segura, cubierta de frondosos olivares y macizos bosques de pinos, hasta llegar a Santiago de la Espada

 Es un gran itinerario para los turistas; pero que no pueden hacerlo por hoy sino en aeroplano o en «burroplano», que para el caso es lo mismo; disfrutar en pocas horas del panorama múltiple que ofrece esta ruta, sobre todo en verano o primavera, donde se presenta ante nuestra vista desde los campos cubiertos de dorados trigales, verdes viñedos, olivas, bosques de jarales. encinas y pinos, hasta las cumbres de las sierras terminadas por desnudos peñones, donde suelen vegetar corpulentos árboles entre sus grietas.

Nada costoso relacionado con los múltiples beneficios que reportaría, sería una carretera que uniese Valdepeñas con Santiago de la Espada, pasando por estos parajes, aunque no tuviera otras ventajas ni viniera a cubrir imprescindibles necesidades del tráfico; debía hacerse solamente teniendo en cuenta que pasaría por muchos de los puntos de la ruta seguida por Don Quijote en su visita a Sierra Morena.

 Otra de las razones que impelen para su rápida construcción es la necesidad ineludible de seguir la obra de Carlos III en sus intentos de repoblar toda Sierra Morena: obra que no se puede llevar a feliz término sin antes dotar estos sitios de buenas comunicaciones pues nada práctico se haría con dar tierras a los campesinos si no se le dan medios para vender en buenas condiciones los frutos de su trabajo. Pues después de muchos trabajos y sacrificios caerían en la misma situación que estos los moradores de casi todos los pueblos de los campos de Segura, que después de haber hecho muchos trabajos para transformar terrenos baldíos en huertas y olivares, tienen que malvender sus frutos por falta de vías de comunicación, porque lo hemos oído de técnicos de solvencia reconocida, decimos que existen en esta ruta importantes yacimientos mineros, que si no ya en activa explotación, es por carestía de los transportes. Mucho son las razones de lógica incontrovertible que se pueden aducir para llevar al convencimiento de los más refractarios a este proyecto de carretera la necesidad y urgencia su construcción.

Interés turístico, interés económico, interés social, razones de peso sobrado cada una de por si para lograr el propósito, máxime que todas juntas, unidas al hambre y a la crisis de trabajo que se padecen por donde ha de pasar, dan la razón al proyecto. Pueblos incomunicados, sin más entradas ni salidas que las que les prestan veredillas, lo más del tiempo, intransitables. Una carretera de Valdepeñas por Cabeza de Buey, Dos Hermanas, Gualen, Entreventas, Arroyo del Ojanco, Prados de Armijo, Cañada Catena, Cortijos Nuevos, Hornos a Santiago de la Espada, resolvería el problema, que por su magnitud no es local, ni provincial, ni regional, sino un problema de envergadura nacional.

 Nada tiene que ver este proyecto, ni nada tiene de común,  en ningún punto se confunde con los proyectos de carreteras de Castellar de Santiago a Santisteban del Puerto, ni con la de Puebla del Príncipe y Puente Génave, viniendo a completarse los tres trazados, siendo aquella la bisectriz del ángulo formado por estas y la única que tiene un punto fácil para unir los campos calatravos con Levante, como lo demuestra la Aviación al seguir esta ruta para ir a Cartagena desde Madrid.

El problema único, fundamental, de más honda trascendencia de España, es el problema de escuelas y caminos del que derivan todos lo demás, y sin que estén estos bines planteados y resueltos no se podrá resolver los demás. Un problema bien planteado para resolver el de comunicaciones y con él el de la carestía de los transportes sería una buena red de carreteras que formase un circuito, partiendo de Madrid a las capitales de provincia, uniera a éstas entre sí por medio de carreteras de primer orden. Las capitales provinciales con las cabezas de partido judicial por medio de carreteras de segundo orden y éstas entre sí. Y las cabezas de partido con todos sus Municipios, y éstos entre sí por medio de carreteras de tercer orden. Y los Ayuntamientos con sus aldeas por medio de caminos vecinales. Así no quedaría ningún rincón de España incomunicado, ni se daría el triste y vergonzoso caso de dejar aldeas aisladas para dotar de buenos caminos, fincas de caciques influyentes.

Prados de Armijo y Santiago de la Espada que hoy se encuentran en na aislamiento lamentable, dejarían de serlo por ser paso obligado da una carretera de primer orden que una Valdepeñas con Almería y con Murcia y Cartagena.

La crisis de trabajo perdura y perdurará todo el año si no empiezan pronto las obras. Los pueblos, famélicos y extenuados por el hambre, esperan ser atendidos en sus súplicas de pan y trabajo a los poderes públicos. Tienen fe en las razones que les asisten y esperanzas de ser atendidos por quien tiene el deber de  dejar morir de hambre a quien pida trabajo y pan para sus hijos

 J. PEREZ CHICHARRO. Enero de 1931