miércoles, 15 de mayo de 2019

LUGARES ACTIVIDADES, NEGOCIOS: LAS FÁBRICAS DE ACEITE. DE AGUARDIENTE, MOLINOS HARINEROS


LAS FÁBRICAS DE ACEITE



         La producción de aceite es y ha sido desde la antigüedad una actividad que se ha dada en nuestra tierra.

      Nos podemos alargar en el tiempo hasta el siglo I (d.C.), en la villa Romana de los Baños donde por lo menos hubo un molino de aceite donde se elaboraba lo producido por los olivares de este gran latifundio que fue la villa romana.

         Pero nos vamos a centrar en el siglo XX en aquellos molinos o fábricas de aceite, como decimos aquí. No vamos a hablar ni de la cooperativa San Francisco, ni la de las explotaciones agropecuarias Guadalmena ni por supuesto la del Álamo o de los Millán Valderrama.
Entrada de la cooperativa San Francisco donde después de 120 años ha dejado de molturar aceituna al construirse una nueva almazara en el polígono industrial.


         Empezaré con una que solo he visto sus ruinas, la fábrica del Tovar situada por encima de la aldea de Las Chozas.

         Otra en Cañada Arada que tampoco la he visto funcionar como tal, solamente tengo memoria de la báscula que puso en esta aldea la cooperativa de San Francisco.

Cañada Arada. La cochera de la derecha era donde estaba la báscula de la cooperativa


         Mas abajo, a 4  km. del pueblo la de Fuentebuena. Fábrica que ha pasado por varios propietarios. Fue protagonista en la historia trágica del pueblo en la famosa riada del 1935. Como ya sabemos esa riada la destruyó llevándose sus depósitos y algunos llegaros hasta el casco del pueblo pasando por encima del puente.
Vista aérea de la fábrica de Fuentebuena. La fabrica a la derecha de la carretera

         La de la Donosa que estaba ubicada en el cortijo del mismo nombre a 1 Km. del pueblo. Era de la familia Bueno de Villanueva, siendo el que hacía cabeza don Esteban Bueno. A mediados del siglo pasado, cuando se empezaron a hacer las cooperativas, dejó de funcionar como tal fábrica. Ahora el lugar donde estuvo es propiedad de Mariano el del Tandy.
Cortijo de La Donosa

         Otra fue la de la Ventilla o de la viuda doña Isabel. Estuvo funcionado bien entrado los años setenta.
Cortijo de Doña Isabel o de la Viuda


         Enfrente de la anterior, a una misma distancia del pueblo, a 1 Km. estuvo la de Don Tristán. A principios de los años sesenta se trasladó esta fábrica al casco de pueblo. Aunque comercialmente se le seguía llamando Don Tristán, todo el mundo en el pueblo le llamaba de Juanito Rodríguez.
Vista aérea de D. Tristán
       Hoy día en su lugar queda solo los edificios donde estuvo el cuerpo de fábrica y la vivienda de los propietarios, sirviendo como almacén de los aperos de labranza. Está todo vallado, como casi siempre estuvo, en la carretera enfrente del Hogar del Jubilado. Estuvo funcionando hasta los años noventa.
Entrada a la fábrica de Juan Rodríguez


         La de los Cabreras fundada a finales del siglo XIX, también conocida por la de don Bernardino que fue el último propietario de esta fábrica y con el que dejó de funcionar como tal. Estuvo funcionando hasta finales de los años 60. Estaba situada en el mismo lugar que ocupa hoy día la vivienda y almacén de José Gilabert, el cual remodeló la antigua fábrica para convertir sus instalaciones el almacén actual. Esta fábrica fue lugar de probaturas de toros para San Marcos los domingos previos a la fiesta, sobre todo el Domingo de Resurrección. También aquí se trajo suelto el toro Fiscalero y en su puerta se ató con lazos entre carros y otros artilugios con que lo rodearon. Y en sus interior estuvo encerrado no solo en los días de la fiesta, sino en casi en el par de meses que estuvo posterior a ella saliendo todas las tardes a beber agua a la fuente que había en la esquina con la carretera.
Entrada a la fábrica de Los Cabreras, hoy Almacén de José Gilabert


         Volvemos a salir otra vez del pueblo. Alrededor de un Km. hacía el sur, nos encontramos la fábrica de don Roque o de los Roques. Este lugar conocido por todo el mundo familia de los Frías, está hoy día derrumbado toda la parte dedicada a la fábrica de aceite y los patios que daban a ella que se dedicaban a otras actividades agrícolas como ganaderas. Estaría funcionado hasta entrados los años setenta como tal molino aceitero.
La fábrica de Los Roques


         Casi dos Km. más arriba en dirección sur, nos encontramos la fábrica del Tobar. Está, lo que queda de ella, por encima de Las Chozas. Lleva bastantes años fuera de servicio y hoy solo quedan sus ruinas.
Cortijo del Tobar enfrente de la fábrica del mismo nombre


          A unos cuatro Km. hacia el oeste del pueblo (Km. 210), sale el carril del Lorente donde estaba situada una fábrica en las que hoy día solo quedan las dependencias en ruinas y ninguna maquinaria, estuvo funcionando hasta los años setenta. Está separada unos metros por debajo del cortijo donde estaban las viviendas de los trabajadores, muleros podíamos decir. Últimamente ha servido como vivienda de aceituneros, sobre todo de emigrantes, por tener el agua corriente disponible a mano por la antigua fábrica, cosa que en el cortijo no había. Aquí fue donde hace unos tres años cayó un rayó y mató a un emigrante de color que estaba cogiendo aceituna y en ese momento estaba viendo la televisión con otros compañeros.
Cortijo a la izquierda y fábrica a la derecha de la imagen


         Y por último la de La Teja. Está también hace tiempo dejó de funcionar, quizás antes que la del Lorente y alguna más de las anteriores. Hoy todo el cortijo está remodelado como casa rural y se sigue explotando la finca de olivas y algo de alfalfa para las ovejas que se estabulan en él.
Cortijo de La Teja


          La maquinaria y mecanismos de estas fábricas ya desaparecidas no tienen nada que ver con las que se usan en las tres fábricas que quedan funcionando hoy día. Los rulos o piedras de moler, que eran de forma cónica y de granito, los carros de prensa donde se iban colocando la masa entre baleo y baleo, las centrifugadoras, los aclaradores y los mismos vacies o bidones donde se almacenaba el aceite, que lo más parecido a los de hoy día que son de aluminio y aquellos eran de hierro. Y no digamos de la cantidad de empleados que se daban en ella y los que se emplean hoy día, o los trojes de antes y las torvas de hoy, las básculas donde se pesaban unos pocos sacos pasando por donde se pesaban vehículos a las modernas de hoy día que sirven de limpieza y criba a la vez. O donde iba la jamila o el alpechín, a mi me gusta decir jamila, y a donde va hoy, antes al arroyo abajo o directamente al río y hoy por tuberías a unas balsas de decantación donde se sigue sacando algo de grasas aceitosas. O la forma de salir la jipia, sacudida por un empleado el baleo salían  grandes tortas de masa formada por los restos sólidos de la aceituna: huesos, piel u hollejo y algo de aceite, y hoy día sale directamente de las centrifugadoras a una torva desmenuzada y con muy poco de restos aceitosos.   

         A propósito de esta actividad que estamos hablando que tenía que ver como el último escalón de la principal actividad de estas tierras, el cultivo del olivo. Hablaremos  de otros oficios que se daban alrededor de él, que hoy día ya han desaparecido completamente en nuestro pueblo:



FÁBRICA DE AGUARDIENTE

Poca gente de nuestro pueblo sabe que aquí hubo hace un tiempo una fábrica de aguardiente. Esta estuvo ubicada en la casa de los Revillas. Como he explicado otras veces estas casa estaba en el espacio que hoy ocupa la tienda de muebles Ortega y el patio o jardín como se le llamaba lo ocupaba la tienda de Rustimante y el Púb. La cueva.

         Cuando chicos nos metíamos a jugar en las bodegas que estaban en la parte posterior de la casa, nos creíamos que era donde se hacía el vino y las grandes tinajas donde se guardaba. Esta creencia la teníamos por tener esta casa o hacienda unos terrenos que en su tiempo estuvieron plantados de vides, las viñas. Todavía se conoce el barrio con este nombre el de Las Viñas. Cuando jugábamos por las olivas en las cercanías de él, en la primavera, se podía ver los brotes de esta planta salir en medio de las camás de ellas. 
La fábrica de aguardiente estaba en la parte interior detrás del edificio de muebles Ortega.


         No se lo que harían con las tinajas que dicha bodega había hasta prácticamente que se hizo la obra de la tienda de Ortega. En la bodega estuvo, durante un año o dos, la vaquilla de la rifa del año 1982, hasta que se la vendieron a la peña del Olivo en unos de sus primeros años de andadura.

         No se como hacían el aguardiente, pero pienso que lo harían destilando el alcohol producido por el vino de sus viñas.



LOS MOLINOS HARINEROS



         El único molino harinero que todavía está en pie, aunque no funcionando como tal, es el molino que hay a la derecha antes de llegar a la bifurcación  de la carretera de Fuentebuena hacia Beas, por Las Arroturas o hacia Los Prados por Los Panochas y Cañada Arada.

         Este molino pertenece a la familia de Leovigildo Díaz Jaén. Hará casi unos cincuenta años o más que dejó sus actividad de producir harina. La fuerza para mover las piedras de moler el grano la hacía el agua que venía al edificio a través de un caz. Todavía hoy día se le llama a la presa de donde se saca el agua para regar los huertos, bueno lo que queda de ellos o más bien olivas, hasta cerca de Las Motas, la presa del molino.
El Molino. 

         El edificio actualmente está en buen estado y su apariencia externa es imponente.

         Otro molino harinero, que yo no he conseguido ver, es el que tenía la finca de Guadalmena en  las juntas de los dos ríos, el Guadalmena y el Guadalimar.

          En el artículo del hombre que vendió su alma al diablo se hace referencia de este molino y decía así:

         Finca el Coto de Guadalmena. Comprada en 1892 por valor de 77.875 Ptas. a los hermanos García Medina y a Manuel Sánchez García, vecinos de Sorihuela menos dos hermanas que vivían en Villanueva una y la otra en Castellar. El Coto consta de 460 ha. 14 áreas y 90 ca. Equivalentes a 700 fanegas de ellas 600 roturadas de monte bajo. Tiene una casa cortijo al servicio de los propietarios y colonos con todas las tenencias necesarias para labor y ganado, una era para trillar y varias casitas pequeñas. Además un molino harinero en la confluencia de los dos ríos. El coto llegaba hasta la cuerda del Cerrillo Blanco hasta la desembocadura del arroyo de este nombre en el Guadalimar”…

Los restos de este molino, si quedan alguno, están ocultos por la maleza y la vegetación de ribera de los ríos. Por esa razón algunas personas mayores a las que he preguntado no saben darme razón de ello.

Posible ubicación del molino de Guadalmena

Otro posible molino estuvo ubicado cerca de las juntas del río Beas y el Guadalimar, muy cerca del puente Nuevo sobre este último. Quizá en este lugar se diese otra actividad industrial muy curiosa.

Pero el molino harinero más antiguo, además de los manuales, se diese en los Baños. Pues en esta villa había molinos de harina, de aceite y bodegas de vino. Pues sus actividades, que luego se comercializaban después de autoabastecerse, eran esas. Las tres típicas de la cultura mediterránea para producir la alimentación básica: el pan, el aceite y el vino.
Vista área de Los Baños