LAS BARBERÍAS
Siguiendo con las profesiones o actividades que ya no se dan
enlazándolas con las anteriores tenemos la
de los barberos.
No se desde cuando había barberos en nuestro pueblo, pero ya
en el siglo XX hay constancia de que había en este lugar personas que se
dedicaban a este profesión.
El primero que he oído hablar de él, fue el maestro Placido.
Este barbero y practicante, ejerció como tal antes de la guerra Civil. Ya en el
1935, cuando la inauguración de las fiestas de San Francisco, se dio a conocer
por su participación activa aunque no deseada de esa manera. Fue protagonista
en el festejo taurino de esas fiestas al ser actor sin su consentimiento del
tercio de banderillas. Cuando el banderillero aficionado, el alcalde pedáneo
Víctor Romero, huyendo del toro le clavo las banderillas en el trasero del
practicante que aquel día ejercía de cirujano en el festejo.
En épocas pasadas los barberos eran o ejercían de
practicantes o ateeses y de dentistas o sacamuelas como se les llamaban. Este
hombre ejerció, como el más puro representante del oficio, de estas
atribuciones.
Otro barbero
fue Pepe conocido también por este sobrenombre. Era el marido de Juliana Luna y
tenía su casa, la familia los Lunas tenían varias, en la calle Carretera donde
por casualidad de la vida hoy día hay una consulta de dentista aunque él la
barbería la tenía otra en la misma calle en la que hoy vive su sobrina Mari
Luz.
El padre de los Lumbreras, Luis, Mari Luz, Juana y Caridad,
puso una barbería también en la calle Carretera, hoy casa de la familia Gómez,
en la esquina de esta con la carretera de Fuentebuena. Esto sucedió después de
la guerra en los años cuarenta. En esta barbería un joven aprendiz se hizo
también barbero y siguió ejerciendo por su cuenta llamado Montoro que con el
tiempo formó parte de mi familia al casarse con una prima de mi madre. Al
acabar los años cincuenta dejó esta actividad en el pueblo y se marchó a
Valencia.
La casa de la derecha era donde vivían la familia Lumbreras y tenía la barbería |
Otro barbero y sacamuelas fue Basilio Espinosa que estuvo
ejerciendo de este oficio hasta entrado los años sesenta. A principio de estos
años se dedicó a su comercio de tejidos y como despacho de las quinielas. Su
casa estaba en la calle Rosales nº8, la que está enfrente del callejón que une
esta calle con la Carretera.
Casa y tienda de Basilio |
En los últimos años de los cincuenta hubo otro
barbero que le llamaban Reyes. Tenía la barbería en la calle Bolea en el
edificio del bar Puerta del Sol, entonces a nombre de su propietario Paco Luna.
Ocupaba una habitación en lo que ahora son los servicios del bar. Me acuerdo
que aquí me llevaba mi abuelo a pelarme, todo esto antes de 1960.
Debajo del aire acondicionado se nota todavía donde estuvo la puerta de esta barbería |
En estos años sesenta fue cuando más barberos había en el
pueblo. Uno de ellos fue Paco Torres, el de Bernardo. Este tenía la barbería en
la calle Carretera junto al bar de la familia. Hoy día es la casa de su hermano
Antonio. Después de cerrar en los años 70 la barbería, siguió haciendo uso de
su oficio en el Puente de Génave y en el pueblo atendía a algunos de sus
vecinos ya mayores. Este fue el padre de la peluquera Marita, al que algunos de
sus amigos le llamaban el Maestro Tijeras.
La cuarta casa empezando por la derecha, la mas baja, era la casa de Bernardo y donde estaba la barbería |
Otro de los años sesenta fue Ramón Marín. Este tuvo la
barbería en la calle Carretera en la casa que fue de José Camposanto, en la
habitación de la parte derecha de dicha casa más cercana al arroyo. Cuando
partieron la casa familiar de su mujer Isabel, puso su barbería en los bajos de
la parte que le correspondió. Aquí se hizo barbero su hijo hasta que se
independizó al casarse y poner su barbería en Orcera.
Barbería de Ramón Marín, a la derecha. |
Cuando faltaba o se daba de baja por alguna enfermedad o
imprevisto, le sustituía algún que otro barbero aficionado como a veces lo hizo
mi pariente Manolo Heredia. Este sucedió algunas veces cuando tenía la barbería
en la primera ubicación en la casa en la que hoy día tiene su negocio de
electrónica Juan Diego. Eran los años sesenta.
También hubo épocas
que mi pariente Manolo Heredia ejerció por libre de barbero. En aquellos años
sesenta abrió una barbería, aunque por poco tiempo, en la calle Carretera. No
se si era la casa de Antonio Martínez o la del lado, Mari Luz Luna. Otras veces
acudía después de echar su jornada en otros oficios a algunas casas a pelar por
encargo. A mi particularmente me pelaba en mi casa hasta mediados de los años
sesenta.
En una de estas dos casas tuvo su barbería Manolo Heredia |
Acabándose estos años llegó a abrir su negocio de barbero
otro Ramón, Rodenas. La barbería o peluquería de caballeros como ya se empezaba
a nombrar la tuvo en varios sitios. El primero fue en la calle Carretera, en la
casa que era de la familia Nievas, hoy de Tomas Gómez Bueno. Aquí empecé a ser
cliente habitual suyo.
Al poco tiempo la puso en la calle Bolea si no me equivoco nº 10, junto a la casa de la panadería Almagro. En este lugar estuvo bastante tiempo hasta poder instalarse en su casa de la calle Carretera al lado de la tienda de la fotógrafo Anabel.
La habitación de la izquierda de la foto estuvo la barbería en sus comienzos de Ramón Rodenas |
Al poco tiempo la puso en la calle Bolea si no me equivoco nº 10, junto a la casa de la panadería Almagro. En este lugar estuvo bastante tiempo hasta poder instalarse en su casa de la calle Carretera al lado de la tienda de la fotógrafo Anabel.
La Barbería de Ramón en la Calle Bolea |
En su momento fue el barbero de más existo
entre los jóvenes del pueblo y de los alrededores. Su enfermedad hizo que
dejase el negocio antes de tiempo. Puedo decir que fui uno de sus primeros
clientes y uno de los últimos que atendió antes de cerrar la barbería. Era
finales de año y me dijo que ya no iba a pelar a nadie porque no podía aguantar
pelando mucho tiempo seguido, si no fuese por algún compromiso.
Casa y barbería de Ramón Rodenas |
También a finales de los sesenta hubo otro simulacro de
barbería, digo esto, porque duró poco tiempo como local abierto al público
aunque se hiciesen trabajos en las casas de los clientes. Fue el barbero Miguel
López Galarzo. Tenía la barbería en el portal de entrada de su casa, pues los
bajos de ella estaban lo que hoy es el bar La Parada y más adentro el salón de bodas de esta
familia formada por el padre Pedro Miguel el municipal y su mujer Genara. De
esta familia ya hemos hablado en otros apartados de sus actividades de bar,
salón de bodas y de pensión.
En el pasillo de la casa tuvo la barbería Miguel |
Y para ir acabando con esta actividad nos queda el último
barbero o mejor llamado peluquero, Esteban Torres. Hace relativamente pocos
años tuvo su peluquería en la calle Carretera en el mismo local donde después lo tendría Pedro Guillén hasta septiembre de 2018 que se jubiló.
Esteban quizá
fuese el primer peluquero que aprendió en una academia de peluquería de este
pueblo. Pues otro de los peluqueros o barberos actuales Javi es algo más joven
que él. Casi todos los barberos antiguos aprendieron el oficio en la mili o se
perfeccionaron allí. Otros fueron aprendices de otros barberos.
En esta casa tuvo la primitiva barbería Pedro Guillén |
En las
barberías acudían los clientes no solo que se
les pelara o afeitara, sino también a pasar el rato hablando con los
otros clientes o a leer el periódico que en estas barberías tenían contratado.
En las antiguas, a la de Paco, también conocido como paco el de la Elisa, o la
de Ramón Marín, estaban suscritos al periódico ABC. Este periódico se leía con
un día de retraso, que era el tiempo que tardaba de llegar de Madrid aquí,
llegaba en el correo o mejor dicho en la Alsina Graell de las tres de la tarde.
Este autobús, Alsina Graell, era el
correo o mejor dicho el vehículo que hacía de correo como de transporte de
personas y mercancías de este pueblo con el exterior. Había dos líneas: una
pasaba a las siete y media de la mañana que salía de Siles y llegaba hasta
Granada y otra de vuelta que pasaba a las tres de la tarde.
Las colas en
las barberías de los años sesenta eran muy habituales, sobre todo por las
tardes. Porque no solo se cortaba el pelo, sino que también era muy usual que
se afeitase también en ella sobre todo a las personas mayores o ancianas eran los
que más usaban este servicio. A causa de estas colas yo dejé de asistir a
alguna de ellas porque me sentí engañado alguna vez en el turno de espera. Y
eso que algunas, como la de Ramón Marín, tenían una tabla colgada en la pared
con números hechos con monedas de perra gorda para coger o pedir la vez.
LAS FERRETERÍAS
Y DROGUERÍAS
Las tres
ferreterías que hay hoy día en el pueblo están regentadas por personas
relativamente jóvenes. Pero antes que estos ferreteros, hubo en nuestro pueblo
otros tres que no tienen o tuvieron relación con los actuales menos la
ferretería de Jesús Llavero que es heredera de otra anterior que fue la que
estuvo más tiempo funcionando.
Me estoy
refiriendo a la de José Medina. Este ferretero era tío de Jesús, su mujer
todavía vive. Tuvo la tienda primeramente ubicada, también en la calle
Carretera, en la antigua casa familiar de su suegro Luis Blanco, hoy la tienda
de electrodoméstico JM, en la esquina
con el callejón que conduce a la calle Villa Luz.
Después la trasladó al sitio actual, en los bajos de su casa o vivienda. Este hombre, José Medina, era un hombre que te daba la receta para cualquier cosa que se pudiese apañar con los productos que él vendía. La sosa que se necesitaba para hacer jabón, o la cantidad de polvos que había que echar a los tomates para conservarlos. O como las curas, que había que hacer con los polvos químicos que vendía a granel, para atajar las epidemias de los productos agrícolas. Si es no disponía del remedio se ponía en contacto, o te ponía a ti, con otro colega suyo de Beas, Olegario. A cuantos chiquillos que ahora tienen más de cincuenta años le atendía cuando iban con su botella de cristal que a comprar aguarrás, flix u otro liquido toxico que vendía a granel o productos para lavar como los polvos de Ese o los jabones lagarto.
Primitiva ubicación de la ferretería de José Medina |
Después la trasladó al sitio actual, en los bajos de su casa o vivienda. Este hombre, José Medina, era un hombre que te daba la receta para cualquier cosa que se pudiese apañar con los productos que él vendía. La sosa que se necesitaba para hacer jabón, o la cantidad de polvos que había que echar a los tomates para conservarlos. O como las curas, que había que hacer con los polvos químicos que vendía a granel, para atajar las epidemias de los productos agrícolas. Si es no disponía del remedio se ponía en contacto, o te ponía a ti, con otro colega suyo de Beas, Olegario. A cuantos chiquillos que ahora tienen más de cincuenta años le atendía cuando iban con su botella de cristal que a comprar aguarrás, flix u otro liquido toxico que vendía a granel o productos para lavar como los polvos de Ese o los jabones lagarto.
Casa y local comercial de José Medina y hoy negocio de su sucesor J. Llavero. |
Otra ferretería
antigua, fue la de Roque Gilabert. No se si empezó a funcionar antes que la de
José Medina. Estuvo ubicada en la casa de Roque en la calle Carretera, junto a
la de la farmacia. Cuando reformó entera esta casa dejó este negocio
dedicándose solo a la agricultura y a su fábrica de materiales de construcción
como ya hemos hablado con anterioridad.
La ferretería de Roque estaba en la casa de la izquierda y en la del centro sería la droguería y casa de Paco el Mancebo. |
Otra droguería,
porque de ferretería no tenía nada, fue la de Paco el Mancebo. Se le llamaba
así porque estuvo varios años como dependiente o mancebo de la Farmacia. Llegó
aquí, todavía soltero para ejercer en la farmacia esta actividad. Después de
casado puso su negocio de droguería y pintura en una habitación de la casa
donde está ubicado el bar Puerta del Sol al lado de este junto a la puerta de
entrada al edificio. Después se trasladó a lo que sería su casa, al lado de la
de Roque Gilabert. Esta casa era del tío Fernando Hornos y Paco se la compró a
sus herederos. A finales de los años 70 o principio de los 80 cerró el negocio
y se trasladó a vivir a Jaén.
En la habitación de la derecha estuvo la droguería de Paco |